Page 169 - LETRAS ILUSTRADAS

Letras Ilustradas
LA LÁMPARA EMBRUJADA
Zorro de Fuego
9 años
Había una vez un niño que creía en
fantasmas, su nombre era Felipe.
Felipe recibía muchas críticas
por creer en fantasmas ya que
estudiaba en un colegio religioso,
hasta que un día las monjas se
hartaron de él; así que lo castigaron, años en esa lámpara, ¡de ahora en
el castigo era escribir trescientas
veces “los fantasmas no existen” en
un cuaderno; tienes tres días para
lograrlo.
Felipe obviamente no lo iba a hacer,
así que se puso a investigar la sala
tenía esqueletos reales, monstruos
en vinagre, mapas del espacio y ¡oh
sorpresa! la lámpara de Aladino.
Felipe la tocó y la iba a frotar como
en la peli, pero justo en ese instante encontró información sobre un
lo atacó un fantasma, le mordió y le
dio una descarga eléctrica. Felipe de
una forma u otra se las arregló para
salir de la casa, pero desde ese día
Felipe siente que todo le sale mal.
En los exámenes para los cuales
estudió día y noche sacó un cero,
cuando quiere hacer amigos
siempre lo rechazan, el almuerzo le
sale podrido se le riega el jugo de
mora en la maleta, se cae al río de la poseído por una maldición.
escuela.
Hasta que una tarde se sentó a
comer su snack y se dijo a sí mismo:
-odio mi vida todo me sale mal- 169
-no lo deberías odiar- dice una voz
oscura.
-q-q-q-q- ¿quién eres?
Soy un fantasma, el que te mordió,
te inyecté una maldición; llevo 9.000
adelante estoy siempre contigo para
que te pasen cosas malas! Ja-ja-ja-
ja, Felipe se asustó, al fin y al cabo,
los fantasmas existen ¿no?
Bueno, pero ahora lo importante
es meter a ese fantasma en su
respectiva lámpara.
Intentó buscar información en la
biblioteca, pero sólo había biblias
así que fue a la de su barrio allí,
espiritista cercano fue a él y este le
quitó la maldición, dijo que fue muy
difícil ya que había que hacer un
sacrificio, pero igual se logró.
Al día siguiente toda la escuela lo
conocía y ya no era una escuela
religiosa ya era conocida como “la
escuela fantasmal”.
Esa tarde en las noticias salió el
espiritista y dijo que había sido
¡Ah, con que ese era el sacrificio!
Fin.